El lunes fue un día curioso, porque tuvimos la fortuna de desear buena suerte a nuestro amigo Gabi (el de la barba), que se casaba por la tarde, en lo que fue una auténtica despedida de soltero montados en bicicleta de montaña. Elegimos La Pedriza y los caminos aledaños a Manzanares El Real, una zona de vistas expansivas y entre cuyos peñascos graníticos resonaron nuestras risas. Una mañana magnífica.
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