Con este libro culmino la trilogía poética que le he dedicado a mis califactos: “Por si no lo sabes” (2018), “He pensado en ti” (2020), y este tercer volumen, “Y creo que te gustó” (2024).
La poesía que recogen estos tres volúmenes se podría catalogar como de poesía ilustrada, los CALIFACTOS, esa mezcla de CALIgramas y arteFACTOS que puedes ver recogidos en mi blog (ruivaldivia.net), pero que aquí sólo transfiero parcialmente: los poemas y algunos fragmentos de las ilustraciones en blanco y negro.
Tal y como escribí en la presentación de los otros dos volúmenes, se trata de poesía en acción, de poesía fabricada para ser representada, para ser dicha en público y alrededor de ella montar un acto social. Con esta pretensión monté los “Artefactos poéticos”, un espectáculo donde palabra, música y pintura jugaban teatralmente sobre el escenario. Y por ello recientemente, junto con el pianista Juan Martínez, hemos creado el Café Johanes, dedicado a realizar recitales poético musicales en los que la música improvisada se mezcla con la palabra, y donde se alternan poemas y canciones.
Hay en estos poemas, como dice el autor, un “escalofrío del verbo”, porque las palabras fabrican realidades, y también una “conjetura del compás”, acerca del deseo que nos anima a querer vivir en libertad.
Creo que estos poemas los podemos leer en coherencia con mi obra ensayística: el “Ensayo sobre las dos ruedas” (El Arte de las Cosas, 2015) y “¡Esto es la anarquía!” (Decordel, 2019).


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