Este fin de semana ha sido casi veraniego en la sierra de Madrid. Por lo que al fin he podido salir dos días seguidos con la bicicleta de montaña. El sábado me fui con mi hijo Pedro a hacer una ruta clásica de senderos, la de los Tres Valles: desde Los Molinos ascendimos por el valle de Navalmedio, después se pasa al valle del río Pradillos y Camorritos, y finalmente al de Guadarrama y la senda del Agua. Y ayer con los compañeros del pueblo nos metidos en La Jarosa. Al regresar me confundí de sendero y acabé en una trialera que desconocía. A veces la sierra depara gratas sorpresas cuando uno sabe perderse correctamente.
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