El lunes por la tarde en el Auditorio 400 del Museo de Arte Reina Sofía se celebró un concierto que sólo contenía música del siglo XXI. Una muestra variada de obras que despertó interés e incluso pasión entre el público asistente. Uno de los factores fundamentales fue la entrega y extraordinaria ejecución técnica del Ensemble Mosaik, y de su director y también compositor Enno Poppe, cuya obra Satz cerró el concierto. El programa incluía dos obras de compositores españoles muy jóvenes, muy diferentes en cuanto a concepción e instrumentación, la de Manuel Rodríguez Valenzuela escrita para cuarteto de cuerdas con piano, una collage de 64 micro-variaciones episódicas sobre un tema de Brahms; y la de Mikel Urquiza, un mosaico cuyas teselas-motivos fueron dispuestas con minuciosidad y fluidez para encadenar colores y formas de sutil fuerza expresiva.
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