Ha sido un fin de semana fantástico en El Bierzo, rodeado de amigos a los que no veía hacía mucho tiempo, con el pretexto de participar en el Bierzo Triman. Cuatro años llevaba sin competir, y por tanto, sin entrenar específicamente con un objetivo. En tan sólo 3 semanas intenté ponerme a tono, sobre todo en la natación y en la carrera a pie. Ha sido un regreso decente en el que el rendimiento, a excepción de un pequeño susto en el medio acuático, ha sido muy meritorio. Estas reuniones familiares resultan realmente emotivas. Y conseguimos mezclar las experiencias culturales, gastronómicas, humanas y deportivas con total naturalidad. Sólo mencionaré a Tomás, persona entrañable y llena de afecto que con fidelidad extrema siempre me ha acompañado en mis visitas a las cabañas rurales que con tanto celo y dedicación gestiona SPORTANOE, durante cinco años en Soria y ahora en el lago de Carucedo.
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