
Los más interesante del concierto que ofrecieron Luis Fernando Pérez (piano) y Magdalena Llamas (mezzosoprano), fueron las diez canciones que colmaron la primera parte del programa, las cinco canciones negras de Xavier Montsalvatge y el estreno de las cinco canciones verdes de José Luis Turina. De las primeras, poco nuevo puede comentarse, un éxito siempre que se interpretan desde aquel año de 1945 en que el compositor catalán las estrenó. Ambientadas en los ritmos cubanos, siempre es un deleite para cualquier cantante poder aportar gracia y donaire, como hizo Magdalena el sábado en el Paraninfo de la Universidad de Santiago de Compostela.
Las verdes de Turina suponen un reto tanto para el pianista como para la intérprete, que debe acometer cada canción en un idioma diferente: el griego de Safo, el español de la poetisa Delmira Agustino, el italiano de G.G. Belli, el alemán de Rilke y el latín de Catulo. Cinco canciones eróticas, de textos un tanto picantes, pero de altura poética, cada cual cantados, expresados y musicados con un carácter muy diferente y que confío que muchas cantantes incorporen a su repertorio.
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