En el año 2003 el entonces presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo, recibió el Premio Goldman, considerado como el premio Nóbel alternativo del medio ambiente. Por tal motivo, publiqué el artículo «Por una nueva cultura del agua» en EL CORREO ESPAÑOL del País Vasco, con objeto de explicar el significado de lo que debería ser la cultura del agua que nuestro país necesita.
«El movimiento por la nueva cultura del agua posee como objetivo primordial alterar los paradigmas clásicos aún vigentes en la gestión del agua en España. La Administración hidráulica española se consolida durante el franquismo como una organización al servicio del poder y de sus políticas de desarrollo tecnocráticas y subsidiarias al mantenimiento del régimen dictatorial. El agua de los ríos españoles, dominada y controlada por la presa, erigida en tótem hidráulico, se convertirá en elemento clave de control del territorio por parte de una Administración hidráulica que actuará como intermediaria de los dictados políticos del centralismo madrileño y de los poderes locales provinciales. Todas las carreteras y todos los ferrocarriles debían pasar por Madrid, pero ¿cómo forzar a los ríos en su marcha natural hacia el Mediterráneo o el Atlántico? Pues, controlando sus aguas con obras construidas y gestionadas por una Administración que bajo las órdenes del Gobierno central desplegaran sus tentáculos sobre las diferentes regiones españolas. Así nace y, desgraciadamente, se consolida y perpetúa la Administración hidráulica que aún gobierna nuestros ríos».
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Por una nueva cultura del agua by Rui Valdivia is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.
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