CARRERA BBVA

Llevo dos meses de entrenamiento, ya la mitad de las 16 semanas de las que consta mi preparación para intentar bajar de 40′ en alguna carrera de 10k, allá por el mes de diciembre o enero. Comencé el plan en el mes de septiembre. A las 4 semanas participé en la carrera contra el daño cerebral de Villalba, donde pasé en 42′ por el kilómetro 10. Mi mejor marca personal en la distancia la realicé en enero de este año en la I carrera Entereculturas, donde pasé en 40m36s por el décimo kilómetro (el recorrido medía casi 10,5k).

La carrera de ayer discurría por el Paseo de la Castellana, 3k cuesta abajo hasta Cibeles, 5k cuesta arriba hasta Plaza Castilla, y regreso al punto de inicio otra vez cuesta abajo. Si el recorrido no poseía muchas dificultades, en cambio, los problemas los puso la lluvia, continua y abundante antes y durante toda la carrera, con multitud de charcos que ralentizaban el avance. Afronté la competición como un entrenamiento de calidad, con objeto de comprobar el impacto de estas primeras 8 semanas de entrenamiento. Creo que el resultado fue aceptable. Un tiempo de 41m29s creo que atestigua correctamente mi estado de forma actual. Quizás sin la lluvia y sin el peso de unas zapatillas absolutamente caladas de agua, el tiempo podría haber sido un poco inferior, lo que me da ánimos para encarar este segundo tramo de mi preparación con cierto optimismo.

Los primeros 5 kilómetros los pasé en 19m43s, lo que me hizo conferir la errónea sensación de que podría acercarme a los 40′ de marca, pero si bien los 2 primeros kilómetros de subida los realicé a buen ritmo, se me atragantaron los 3k finales hasta la Plaza de Castilla, lo que hizo que el crono se resintiera. En fin, una buena experiencia, en la que me acompañó un buen amigo que intentó llevarme en bolandas y al que le agradezco infinito los ánimos y el ritmo que me ayudó a marcar durante toda la prueba.