ENSAYO SOBRE LAS DOS RUEDAS (xx)

………..continúa…

Enfermos y contaminados

Como acertadamente destaca J. Riechman en su último libro «El socialismo puede llegar sólo en bicicleta», mientras que el uso del automóvil privado no puede generalizarse a todo la gente como medio de transporte universal, la bicicleta, en cambio, por razones de eficiencia, de racionalidad, ambientales y de equidad, si podría asumir ese papel en un sistema de transporte moderno, y cita la siguiente frase de Jim McGurn, que expresa con poesía y claridad el espíritu que la bicicleta debería aportar a nuestras inhumanas ciudades.

El ciclista lo crea todo a partir de casi nada, convirtiéndose en el ser más eficiente energéticamente de entre todos los animales y máquinas que se mueven; y, como tal, tiene una capacidad ímproba para desafiar todo el sistema de valores de esta sociedad. Los ciclistas no consumen bastante. La bicicleta puede ser demasiado barata, demasiado saludable, demasiado independiente y demasiado equitativa como para que le vaya bien. En una era del exceso, es minimalista; y ostenta el potencial subversivo de hacer feliz a la gente en una economía impulsada por la frustración de los consumidores.

Pero las diferencias entre la bicicleta y el automóvil, y lo que ambos modelos representan a nivel individual y colectivo, no se reduce al tema económico y energético, sino que existen otros elementos relacionados con la salud que poseen una gran importancia a la hora de comparar ambos modelos de transporte.

En primer lugar, la contaminación atmosférica que provoca el transporte motorizado y que repercute de forma especialmente grave en los grupos humanos más vulnerables, los niños y los ancianos. Al respecto existen abundantes referencias científicas, y textos de posicionamiento político tanto de la Organización Mundial de la Salud(OMS) como del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).Resultan especialmente relevantes los datos relativos a incrementos de mortandad de población anciana en relación con episodios de alta contaminación atmosférica, o de las hospitalizaciones por problemas respiratorios en población sensible. También los problemas de salud infantil, sobre todo vinculados al óptimo desarrollo del sistema cardiorrespiratorio. En concreto, destaca The Transport, Health and Environment Pan-European Programme (The PEP), auspiciado por El Comité Económico de Naciones Unidas para Europa (UNECE) y la OMS, y que analiza pormenorizadamente todos estos impactos sobre la población general y sus grupos vulnerables. E incide también en otro aspecto ligado a la movilidad no motorizada, como es el del ejercicio físico y la relación que este guarda con la salud, sobre todo en la población infantil.

El hecho de que los niños hayan reducido tanto su nivel de autonomía en las grandes ciudades, ha repercutido en la baja tasa de ejercicio físico que realizan, lo que está provocando importantes problemas de salud, específicamente los asociados con la obesidad, pero también otros a nivel psicosocial. La salud de la población depende de cómo nos desplazamos, y estas decisiones individuales guardan una relación muy estrecha con el tipo de ciudad en la que vivimos y sobre cómo se estructura su sistema de transporte. Y lo que parece evidente es que una ciudad con elevado tráfico motorizado expulsa a los niños de las calles, perjudica las elección por el transporte en bicicleta o andando, convierte en peligrosa la movilidad no motorizada y aleja socialmente a los habitantes de la propia ciudad. La bicicleta, por tanto, no sólo se fomenta con publicidad, buen rollo y carriles exclusivos, sino con toda una política de transporte que busque la eficacia, la economía, la protección ambiental, la seguridad y la salud de los ciudadanos que vivimos en las grandes ciudades.

The PEP ofrece herramientas muy interesantes al respecto, y en su página web se pueden consultar documentos que intentan asesorar a los ciudadanos y sobre todo, a los responsables políticos del transporte, sobre las consecuencias de sus decisiones en relación con la salud. También se incluyen guías de evaluación de vías peatonales y ciclistas, que poseen un gran interés a la hora de llevar a cabo una evaluación rigurosa del impacto que la movilidad no motorizada puede tener en el correcto funcionamiento del sistema de transporte de una ciudad.

……….continuará…

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