A este enorme cantaor lo conocía de su colaboración con la Accademia del Piacere en la recuperación del patrimonio musical barroco ligado a las idas y vueltas de músicas entre la Península y Latinoamérica. Ayer escuché su canto preciso y sensible en un homenaje que rindió a los artistas flamencos que le han enseñado y le han influido, un recital memorable en el que le acompañaron dos amigos que no requieren presentación, Miguel Poveda y Estrella Morente.
Arcángel es un cantaor inteligente que sabe integrar influencias con gran acierto y maestría, un cantaor al que han recurrido también compositores actuales para interpretar sus obras. Demuestra así el flamenco su capacidad innata para evolucionar y mezclarse, para crear músicas vivas capaces de expresar en cada momento el espíritu de sus tiempos.
Aquí una guajira conmovedora:
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